miércoles, 1 de agosto de 2007

Παραπονεμένα λόγια

Παραπονεμένα λόγια


Στης ανάγκης τα θρανία και στης φτώχειας το σχολειό
μάθαμε την κοινωνία και τον πόνο τον παλιό

Παραπονεμένα λόγια έχουν τα τραγούδια μας
γιατί τ’ άδικο το ζούμε μέσα από την κούνια μας

Το σεργιάνι μας στον κόσμο ήταν δέκα μέτρα γης
Όσο πιάνει ένα σπίτι και ο τοίχος μιας αυλής

Παραπονεμένα λόγια έχουν τα τραγούδια μας
γιατί τ’ άδικο το ζούμε μέσα από την κούνια μας

(Μουσική/Στίχοι: Γιάννης Μαρκόπουλος & Ελευθερίου Μάνος)

Παραπονεμένα λόγια (Paraponeména lógia, “Muy tristes palabras”), de Giorgos Ntalaras, fue durante mucho tiempo mi zembékikos favorito. Reemplazando al Róza, de Dimitris Mitropanos, pero hoy, ambos superados por el Énas Zeos (“Un Dios”), de Giánnis Ploútarjos.

Es una letra triste, como suelen tener los zembékikos, de la misma forma que los tangos.

Es grandísimo es el amor que tienen los griegos por el zembékikos, porque representa la libertad… Libertad para danzar, para moverse, para pensar, libertad para vivir; ese es el zembékikos, eso y más, por eso lo bailan borrachos…

El estilo para bailarlo varía generacionalmente; los jóvenes lo bailan mucho más saltado; madurando el bailarín, la forma de bailar el zembékikos se va haciendo más tortuosa y pesada; cuando se es joven, se es violento y hábil, y eso se refleja bailando el zembékikos. Vale aclarar que el zembékikos no tiene un paso básico, que cada bailarín expresa lo que siente, por eso es la danza de la libertad, de esta forma, no hay dos bailarines que dancen el zembékikos de la misma forma, así como no hay dos ocasiones en que se baile el zembékikos de la misma manera por el mismo danzarín.

Si me pongo filosófico puedo decir que eso pasa siempre, con todas las danzas, con todas las cosas, porque incluso el bailarín que danza es otro, ya no es mismo que era…

Mi forma de bailar el zembékikos es la forma de la juventud, con saltos y giros, aunque no de manera desaforada… Bailé Róza, Paraponeména lógia, Énas Zeos, siempre sobrio de alcohol pero extasiado por la danza y el amor, a Grecia, a la Igualdad y a la Libertad.


Es durante los zembékikos que suelen romperse los platos. Para no comer con tristeza sobre los platos sobre los que se celebró. Se rompen los platos a modo de homenaje, se lanzan platos al aire para que se rompan contra el piso. Algún amigo puede también romper un plato en la cabeza del danzarín, o dejar una copa en el piso…

El danzarín baila en derredor a la copa, finalmente baja, yo particularmente, después de caer desde un salto, para levantar la copa con la boca y vaciar su contenido.

Mat Elefzerakis

No hay comentarios: