miércoles, 25 de marzo de 2009

Heroínas

La Kapetanissa Laskarina Bouboulina.


Nació en una prisión de Constantinopla, cuando su madre fue a pedir que le dejasen ver a su esposo. Cuando ella nació, su padre ya estaba muerto, había sido el único isleño de Hidra que se reveló contra el opresor en 1770, una de las muchísimas rebeliones que anteceden la revolución de 1821. Laskarina Bouboulina nació en 1771. Creció en la isla de Stepses, vecina de Hidra, pero no conformista como la otra, Stepses estaba llena de gente que ansiaba la libertad. Eran comerciantes, dueños de barcos que se beneficiaban con el bloqueo que Napoleón hacía a Inglaterra. Incluso los barcos del segundo marido de Laskarina, Dimitris Bouboulis, traficaban en el mismísimo puerto de Buenos Aires y el de Montevideo.

No era una mujer como las otras. Enviudó dos veces, de dos revolucionarios que murieron ambos peleando, Dimitris Gianouzas y Dimitris Bouboulis, de él le viene su apodo, Bouboulina. Tuvo, en total, seis hijos. También perdió su primogénito, Giánnis Gianouzas, peleando por la elefzería. Giánnis se transformó en un héroe, y Laskarina recibió un mensaje de Theodoros Kolokotronis.

Pasó años junto a Kolokotronis, juntos liberaron ciudades en poder de los turcos…

Como suele pasar con los grandes, fue asesinada por un personaje secundario. Muchos dispararon al mismo tiempo, la familia de la mujer con la que se casó su segundo hijo, Giorgos Gianuzas; uno de ellos, la bala salida del arma de alguno de esos personajes secundarios, acabó con la vida de una heroína, era 1825.

La kapetanissa Mandó Mavrogenous.


Su fecha de nacimiento se perdió con en el tiempo. A diferencia de la Bouboulina, Mandó fue educada, nació en una antigua y distinguida familia, hablaba turco e italiano, y estudió filosofía antigua. En 1809, ella y su familia regresaron a Mýkonos. El viejo Mavrogenous perteneció a la Filiki Etairía, la organización secreta que preparó la revolución a espaldas de los turcos. Organización en la que Bouboulina fue iniciada también, por su padrino, el compañero de celda del padre muerto, después de la muerte de Bouboulis.

Mandó fue la que convocó a los líderes de Mýkonos para pelear en 1821, con sus barcos combatía tanto a turcos como a piratas. Organizó un cuerpo de guerrilla que combatió a los turcos en el Peloponeso, ella misma los mantenía con su dinero y gastó toda su fortuna en expediciones y en el mantenimiento de una armada.

Después de la Independencia, las intrigas políticas la obligaron a abandonar la vida pública y vivir en una pensión como las viudas de los guerreros. Pasó a la inmortalidad, como suele pasar, pobre. Era el año 1848, mientras los obreros tenían su primera participación en una revolución, pero en Francia.

Mandó Mavrogenous, su belleza, tanto física como psíquica, sobrevive en pinturas, poemas y canciones, así como también Laskarina Bubulina… Los héroes nunca mueren, son inmortales, viven para siempre en la memoria de los pueblos…

Mat Elefzerakis

“¡Libertad o Muerte!” fue el grito


Ελλάδα (pronunciándose Eláda o también Elás), es un milenario escenario del sudeste europeo; el país más oriental de Europa, el país más europeo de oriente, de las playas blancas de aguas turquesa, de roca y coral. Tierra de aceitunas, olivos y berenjenas. El país de Zorba, el del millonario con nombres filosóficos. Tierras de isleños marinos, pescadores y comerciantes. Tierras de llanura, verde alimento de ovejas y vacas, cuidadas por míticos pastores. Cumbres elevadas, magníficas grutas, hogares de ascetas y kléftis… Islas, praderas de pastoreo, inaccesibles montañas… Kléftis… Literalmente, ladrones, sí, ladrones, acostumbraban vivir, sobrevivir como salteadores, bandidos, ejercían de guerrilla, atacando turcos; los vencían por su mejor conocimiento del territorio.
La Revolución que terminó con la liberación griega ante el dominio de la Sublime Puerta, fue la primera Revolución Nacionalista. Los kléftis del kapetán Theodoros Kolokotronis, el “O gueros tou Moreá (el viejo de Morea)”, eran ladrones, pero eran hombres que vivían libres, mientras sus compatriotas pagaban tributos al opresor, hombres que preferían morir a perder esa Libertad, hombres que usaban el grito de “¡Elefzería í Zánatos! (Libertad o Muerte!)” por bandera, hombres que no iban a dejar de luchar hasta ver a todos los griegos Libres y Hermanados otra vez…
Muchos integraron la Filiki Etairía, la sociedad secreta prerevolucionaria que preparó el camino… El 25 de Marzo de 1821, el arzobispo Germanós de Patras izó el pabellón revolucionario, una bandera blanca con una cruz azul, en el monasterio de Agia Lavras, en Kalavryta, en el Peloponeso, los kléftis presentes juraron “¡Libertad o Muerte!”, el que sería el leit motiv del Estado Griego; la guerra por la revolución había dado comienzo, hombres y mujeres pelearían con valor, el kapetán Theodoros Kolokotronis; la kapetanissa Laskarina Bouboulina; el navegante kapetán Andreas Miaoulis; la kapetanissa Mantó Mavrogenous; Giorgos Karaiskakis, tan importante como Kolokotronis; Konstantinos Kanaris; Grigorios Dikaios, llamado Papa Flesas, apoyo de Bouboulina y Kolokotronis, aunque el kapetán no confiara del todo en este religioso; y el kapetán Nikitraras, cuñado del “viejo de Morea”; tantos valientes Palikaria (Palikari, en singular), Héroes, o sea, Semidioses…

En la Bandera actual del Estado Griego, las nueve franjas representan las nueve sílabas de “Elefzería i Zánatos”: Libertad o Muerte… Hoy, yo personalmente, agrego la Igualdad. Para mí, es: LIBERTAD E IGUALDAD O MUERTE. ELEFZERÍA KAI ISÓTITA I ZÁNATOS.

Mat Elefzerakis