domingo, 25 de mayo de 2008

198 años de la Revolución de Mayo



En 1810, un gran estratega militar francés, Napoleón Bonaparte causaba dolores de cabeza a los monárquicos (ingleses, austriacos, españoles y demás).

José Bonaparte, como José I, era el rey de España.

Un grupo de visionarios criollos, hijos de españoles nacidos en suelo sudamericano, vieron la oportunidad de lograr la emancipación de la decadente potencia europea.

El 14 de Mayo de 1810, la noticia de la caída Junta Central de Sevilla, que gobernaba en nombre del rey Fernando VII de Borbón, quien había abdicado a favor de José Bonaparte, llegó a Montevideo en un periódico inglés.

El 22 de Mayo se realizó un Cabildo Abierto al que se había invitado sólo a los “vecinos” (en la época, españoles propietarios de tierras e inmuebles), pero, entraron hombres de reales convicciones, criollos revolucionarios (con entradas falsificadas). En la puerta, los Patricios, el cuerpo de milicia creado durante las invasiones inglesas por Saavedra, evitaban la entrada a los españoles y dejaban entrar partidarios. En el debate se dieron dos posturas, la ruptura definitiva con España (Castelli, Paso) o la moderada (sacerdotes, uno de los cuales llegó a declarar que mientras haya un español en América, ese tiene que mandar, y españoles).

Al día siguiente, 23, se conoció que el Cabildo proclamaba una Junta provisional de gobierno (al modelo de la Junta Central de Sevilla), pero estaba presidida por el ex virrey Cisneros. Mariano Moreno, que permanecía dirigiendo a sus hombres desde las sombras, abogados y economistas, Juan José Castelli, su primo, Manuel Belgrano, Nicolás Rodríguez Peña, junto con Cornelio Saavedra y sus Patricios, tuvieron activa participación, activa presión. Moreno tenía también milicianos entre los suyos, como Domingo French.

Durante la madrugada del 24 al 25 de Mayo de 1810, muchos no durmieron. Los milicianos, amenazantes y armadas en la Plaza, exigían una solución a los cabildantes.

El 25, French y Antonio Luis Berutti repartieron al resto de los morenistas la célebre escarapela, con los colores de la casa de Borbón, la casa gobernante de España, si se quería gobernar, se tenían que ocultar intenciones emancipadoras: así juró la Primera Junta, Saavedra presidente, Moreno secretario, Castelli, Belgrano, vocales, asumieron la representación del Virreinato del Río de la Plata.

Mat Elefzerakis